Abrumada, sorprendida y adolorida quedé después de ver el amplio abanico de prostitutas que se encuentran en las cercanías del Parque Botero en el Centro de Medellín.
Las hay de todas las edades, desde tiernas jovencitas, creo que de 11, hasta mujeres entradas en años, diría que hasta de 80, con la carga de la vida reflejada en sus rostros.
Gorditas, flacas, con maquillaje, sin él, con los ojos rojos de trasnocho o los ojos perdidos por algún estimulante, con mucha ropa, con los senos al descubiertos o las nalgas semidestapadas, en fin que podríamos decir que se ven putas de todas las formas y colores.
¿Qué está pasando?. ¿Dónde está el estado?. ¿Dónde las directivas de las organizaciones y empresas del entorno?. Me pregunto si es que todas se han acostumbrado a esta situación?.
Oímos y vemos con mucha frecuencia, en los medios, que la gerencia del Centro está realizando estudios y que están analizando el deterioro del Centro para tomar acciones, pero se han demorado tanto en hacerlo que la problemática ha desbordado cualquier iniciativa, que por demás siempre son tibias y cortoplacistas.
Pues Señor alcalde es hora de tomarse en serio este problema, nuestro “Centro” lejano está de clasificar entre los mejores “Down Town” de las principales ciudades del mundo, que aunque no son ajenas a este flagelo lo manejan con decisión.
Atención que puede ser demasiado tarde!.
Por: Lillyana Estrada